
No deja de ser una foto en un monitor. No deja de ser lejana, inalcanzable.
¿Algún día podré abrir esa heladera que se observa al fondo?
Esa musculosa roja. ¡Cuántas ideas! Ninguna publicable.
Yo podría tener una vida común, como la de ustedes. Pero esta señorita tiene el tupé de existir.
Y eso duele.
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